Me aquieté. Dijo: hirviendo te quiero.
Partícula soy, visita del sol eres para mi.
Enfermo estoy de pena, como medicina eres para mí.
Sin ala ni pluma detrás de ti vuelo.
Limadura soy y como un imán eres para mí.
El viento del alba del secreto es confidente, no duermas.
Hora es de llorar y de petición, no duermas.
Para los que son de los dos mundos del principio al fin,
cerrada no está la puerta, está abierta, no duermas.
La altivez más que la humildad es grata.
No seas sobrio que la ebriedad es más grata.
En la existencia del amigo anúlate.
Tal no existencia, más que la existencia es grata.
Ese bocado que no cabe en la boca, pídelo
y esa ciencia que no cabe en palabras, pídela.
Hay un secreto dentro del corazón de los hombres de Dios.
No cabe en ese centro, Gabriel, pídelo.