Todo lo que ves tiene sus raíces en el mundo invisible. Las formas pueden cambiar, sin embargo, la esencia sigue siendo la misma. Cada vista maravillosa se desvanecerá; cada palabra dulce se desvanecerá, pero no debes desalentarte, la fuente de su procedencia es eterna, creciendo, ramificándose hacia fuera, dándole nueva vida y nueva alegría. ¿Por qué lloras? La fuente está dentro de ti y todo este mundo está surgiendo de ella.
Escucho tu canción – la voz de Dios,
una sinfonía de amor que juega con el mundo.
Esa música es mi testigo – Yo soy un hombre piadoso,
fe pura es mi deseo.
¿Por qué estás tan encantado por este mundo, cuando una mina de oro se encuentra dentro de ti?
Hay un camino de tu corazón al mío.