AL SIRAT AL-MUSTAQUIM

 

BISMILLAH, AR-RAHMAN, AR-RAHIM

(Carlos Leal Roel)

 

AL SIRAT AL-MUSTAQUIM  —  EL CAMINO RECTO

 

Es verdad que a los sometidos (musulmanes) y a las sometidas (musulmanas), a los creyentes (devotos) y a las creyentes (devotas), a los obedientes y a las obedientes, a los veraces y a las veraces, a los pacientes y a las pacientes (en la adversidad), a los humildes y a las humildes (ante Dios), a los que dan con franqueza y sinceridad y a las que dan con franqueza y sinceridad, a los que ayunan y a las que ayunan, a los que guardan sus partes íntimas y las que guardan sus partes íntimas (se abstiene y preservan su honra), a los que recuerdan mucho a Allah (Dios) y a las que recuerdan mucho Allah; Allah les ha preparado un perdón (de sus pecados) y una inmensa y magnífica recompensa.

Sagrado Corán. Sura 33 Al Ahsab (los Colegiados). Aleya 35.

 

Geométricamente, la recta es la distancia más corta entre dos puntos. Desde el punto de vista religioso, moral y social, al sirat al mustaquim (el camino recto), es la distancia más corta, el camino más sencillo y más rápido entre el creyente y Allah Ta´ala (Dios El Altísimo).

Como resultado de seguir fielmente ese sendero recto, Allah Ta´ala promete el perdón de los pecados, faltas, errores y equivocaciones y todo aquello que, producto de nuestros pensamientos, palabras y acciones negativas, nos hace vivir en desarmonía y desequilibrio, en la oscuridad en vez de la Luz. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define la palabra pecado (Del Latín peccatum) como transgresión voluntaria de preceptos religiosos; lo que se aparte de lo recto y lo justo ó lo que falta lo que es debido y, el exceso o defecto en cualquier línea

 

Asimismo, aquellos que siguen el camino recto se nos prometen una inmensa y una magnífica recompensa, la cual no podemos imaginar en nuestra limitada comprensión; sin embargo, su estado se encuentra mencionado en el Sagrado Corán conocido como el del alma iluminada de la forma siguiente:

 

Oh tú alma sosegada (pacificada). Regresa a tú Señor (Ya Rabb: Señor y Sustentador) complacida y satisfecha con El y digna de Su Complacencia. Y entra, pues, con Mis siervos verdaderos, sí entra en Mi Paraíso.

Sagrado Corán. Sura 89 Al Far (El Alba). Aleyas 27. 28 y 29.

 

Por lo anterior, y como consecuencia de ello, cuando menos en este mundo fenoménico y en nuestras vidas, rencontraremos la paz, la armonía y el equilibrio, es decir el Cielo en la Tierra; así como la Unidad con el Todo.

 

Para ello, es necesario observar y cumplir diez reglas ó puntos que se describen en la aleya del Sagrado Corán al inicio del presente documento, y que nos permitirán – Insha Allah (Si Dios quiere) -, avanzar por ese sendero recto hasta llegar a ese estado del alma pacificada e iluminada y, posteriormente, acceder al Paraíso de Al Tawhid (La Unidad. También la creencia en un Dios Único).

 

 

LAS DIEZ REGLAS

 

Primero, hay que destacar que dicha aleya está dirigida a hombres y mujeres, sin distinción y desde el punto de vista de nuestro Señor, con el mismo nivel e igualdad; y especialmente está dirigida a:

 

1.- A los sometidos (musulmanes) y a las sometidas (musulmanas).

Musulmán, es el estado natural y original del hombre, significa aquel que se somete a Allah (Dios); la palabra musulmán viene de la palabra árabe islam (su raíz árabe slm), la cual significa paz, salvación, sumisión y entrega. Es por lo tanto la sumisión la entrega total de nuestro ser, nuestra vida y nuestros asunto a Allah. Es el sometimiento de nuestra voluntad a Su Voluntad. Es rendirse y volverse únicamente a Rabi Alamin (El Señor y Sustentador de los mundos /universos/ visibles e invisibles). Es reconocer y tener la certeza de Su Absoluta Soberanía (Al Malik) y Su Misericordia (Ar Rahman). Es confirmar con nuestro corazón, pensamientos y acciones lo que dice el Sagrado Corán en al Sura Al Fatiha (La apertura): “iyyaka na ´budu wa-iyya ka nasta´in” (sólo y únicamente a Ti adoramos y únicamente hacia Ti nos volvemos implorando Tu ayuda). Es la entrega total sin condiciones; es cumplir sus mandatos, y no me refiero únicamente a las leyes religiosas, sino también a las leyes que rigen el universo, la tierra y la vida.

 

2.- A los creyentes (devotos) y a las creyentes (devotas).

El mismo diccionario, define la palabra creer (del latín credére) como tener por cierto algo; dar firme asenso a las verdades reveladas por Dios; tener algo verosímil ó probable. En Islam, al mumin (el creyente) es el que tiene Imam (Fe) que es un concepto que abarca la Creencia Absoluta en Allah, la Certeza en el corazón y la mente en la creencia en Allah y la Determinación, es decir el actuar en consecuencia a esa creencia. No hay dudas, se cree ó no; sé es un creyente fiel (El fiel del latín fidelis, dice el diccionario que es el que guarda fe ó es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza) ó se es un infiel (al kafirin, que no reconoce la verdad) que está alejado de lo divino, en desarmonía y desequilibrio, en la oscuridad en vez de la luz.

 

3.- A los obedientes y a las obedientes.

Obedecer, viene del latín “oboedeccere”, y significa cumplir la voluntad de quien manda. Al sirat al mustaquim es cumplir Su Voluntad, es someter nuestra voluntad a Su Voluntad; es seguir Sus Leyes Universales Divinas, en vez de los deseos y pasiones del ego. El creyente es el que obedece los mandatos divinos relativos a los principios y valores universales, morales y sociales, que nos permiten vivir en armonía, equilibrio y en paz con nosotros mismos e internamente, con los demás y toda la creación. En el islam, la palabra religión es Din, que significa “forma de vivir”, y rige todos los aspectos de la vida, individual, familiar, social, político, económico, del entorno, la salud, la alimentación, el comercio, etc., y su relación con Allah.

 

4.- A los veraces y a las veraces.

Verás es una palabra derivada del latín (verax- acis), que significa que dice, usa o profesa la verdad. Decir la verdad es un reflejo en el corazón del creyente del atributo divino Al Haqq (Dios La Verdad). Es aquel que siempre dice la verdad sin importar las consecuencias, porque como dice el dicho “la verdad nos hará libres”. Recordemos que aquel que dice una pequeña mentira, es como aquel que tiene una pequeña gripa y no se la cura, al final se convertirá en neumonía y morirá. Porque así empieza los grandes mentirosos, con una pequeña mentira, cualquier enfermedad empieza con una microscópica bacteria o virus, y si no se pone remedio desde el principio, infectará a todo el organismo hasta su muerte. En un hadith (dicho) de nuestro Maestro el Profeta Muhammad (s.a.w: La paz y bendiciones de Allah sean sobre de él, sus compañeros y familia) dice que “…. Que en el cuerpo hay un trozo de carne. Si está sano, todo el cuerpo estará sano; pero si está corrompido, el cuerpo estará corrompido: es el corazón”. Y en otro hadith dice sobre la lengua que hay que dominarla. De igual forma, si un individuo miente o es corrupto, su familia lo será, y la enfermedad si no se corrige, podría llegar a su comunidad, después a su ciudad, después a su país y finalmente a toda la humanidad.

 

5.- A los pacientes y a las pacientes (en la adversidad).

La paciencia (del latín patientia) la define el diccionario como la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse; es la capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas y la actitud de saber esperar cuando algo sé desea mucho.

La Paciencia en el islam viene del atributo divino As Sabur (Allah es el más El Paciente), y se refleja en el corazón del creyente fiel como un estado que implica el Agradecimiento y el Contentamiento, por lo que se tiene ó no se tiene y por las cosas adversar que nos suceden; asimismo, es Fe (Imam) la Certeza y Confianza Absoluta en Allah que las cosas sucede por un motivo, a veces muy oculto, siempre amargo como la medicina para nuestra sanación y salvación; y es también la certeza y confianza absoluta por las cosas que esperamos y necesitamos y por ende la Determinación, es el actuar en consecuencia dicha creencia. El sendero recto es un camino de rosas y espinas para llegar a la esencia Divina. La paciencia es una prueba de nuestro amor a Allah; porque dice Allah en el Sagrado Corán “Y tened por cierto que os pondremos a prueba con temor, hambre, pérdida de riqueza, personas y frutos. Pero anuncia buenas nuevas a los pacientes” (Sura 2.- Al Baqara. La Vaca. Aleya 155).

 

6.- A los humildes y a las humildes (ante Dios).

La humildad es una palabra que viene del latín “humillitas”, y que la describe como la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y obra de acuerdo a éste conocimiento; también señala que es sumisión y rendimiento; por consecuencia sólo el humilde se somete a su Creador.

La humildad, es reconocer la Majestuosidad del Señor y Sustentador del Universo y nuestra dependencia absoluta en El. La humildad trae consigo la modestia, así como la amabilidad y generosidad. Ser humilde es recordar que nada tienes y nada te pertenece. Es tratar a todo ser vivo con amabilidad, compasión y respeto. Es saber que “yo soy el pobre ante Dios que posee todas las riquezas”. Reconocer que mi vida, mi familia y seres queridos y mis posesiones pertenecen a Allah, porque yo no tengo nada sólo soy el califa (representante) y administrador de Dios, al cual se le pedirá cuentas del tesoro depositado en cada uno: la vida, la familia, la creación, los bienes; etc.

 

La humildad es tener presente que:

Yo no poseo, ya que todo pertenece a Allah.

Yo no sé, ya que Allah es el Sabio.

Yo no hago, sólo Allah es el único Hacedor.

 

7.- A los que dan con franqueza y sinceridad y a las que dan con franqueza y sinceridad.

La caridad (caritas en latín) dice el diccionario que es una de las tres virtudes teologales (en el cristianismo) que consiste “en amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos”. Asimismo, señala que es opuesta a la envidia y avaricia, que son características del nafs ammara (alma animal) ó ego. También dice que es un actitud solidaria con el sufrimiento ajeno, entre otras cosas.

Si nada nos pertenece y todo es prestado, la caridad al prójimo, es por un lado una devolución al Dueño de lo que Le pertenece a través de los demás; y se hace sin el apego y con la confianza absoluta de que jamás nos faltará lo que hemos dado. Por otra parte, para que la caridad sea aceptada por Allah Ta´ala, debe existir aparte de la confianza, la sinceridad y el amor.

El término árabe para caridad ó limosna es sadaqa y tiene la misma raíz que ssidq, sinceridad, el cual es una prueba de amor y fe. Es por amor a Dios, no por ser vistos ó reconocidos por los demás; esto es hipocresía. Lo entregamos de parte de nuestro Sustentador, sin apego y con desprendimiento, porque el ego está tan apegado a tantas cosas, que es por eso que la muerte es tan dolorosa y es muy difícil dejar la esfera de la tierra y el nuestro mundo del cuerpo físico-mental-emocional.

La caridad no sólo consiste dar los que nos sobra, es compartir lo que tenemos; y no sólo son bienes materiales, es dar nuestro tiempo, amor, conocimiento aquellos que no son amados y escuchados, a los enfermos, a los ancianos, a los niños, a los oprimidos, a los olvidados, a nuestro vecino (en islam se considera vecino aquel que vive hasta cuarenta casas alrededor de nosotros), etc. En nuestra tradición se dice que caridad es también una buena palabra; o es quitar un obstáculo del camino y en este tiempo de ignorancia es levantar la basura de la calle aunque no sea nuestra; es caminar hacia nuestra oración y, es también tener compasión con los animales y todos los seres de la creación. Caridad es ayudar, apoyar, servir a nuestro prójimo (próximo), y debemos empezar con nuestra familia.

 

8.- A los que ayunan y a las que ayunan.

Ayunar es abstenerse de algo que queremos y deseamos por amor a Allah; en el nivel físico es abstenerse de bebida, alimento, relaciones sexuales, etc. Y tiene beneficios para el ser humano a todos los niveles y es un medio de purificación, así como el darse cuenta de la importancia de las cosas que se nos ha dado, como el alimento, así como valorar y agradecer los bienes otorgados por Allah. También nos permite tener consciencia de las carencias de los necesitados, indigentes y pobres, y de lo que viven y padecen. Situación que mueve al corazón del creyente a la caridad con sinceridad y amor. El Ayuno también nos permite darle la importancia ó lugar debido a las cosas materiales y colocar en primer lugar a Allah.

También en nuestra tradición existe el ayuno mental-emocional, conocido como Ayuno Espiritual, que es de abstenerse de pensamientos, palabras y acciones inadecuadas, innecesarias, erróneas ó equivocadas. Y por último, está el Ayuno de la Verdad, que es de abstenerse de todo, excepto de Recordar y tener presente siempre a Allah.

Con estos tres tipos de ayuno, se busca la purificación de los tres cuerpos: físico, mental-emocional y espiritual.

El objetivo de ayunar, además de lo dicho anteriormente y de ser un acto de obediencia a Allah en nuestra tradición, es someter (volver musulmán) al ego, y es el hacer cosas contrarias a los deseos y pasiones del ego ó el nafs ammara (alma animal o dominante) para llegar al estado del nafs muljana ó alma pacificada e iluminada.

 

9.- A los que guardan sus partes íntimas y las que guardan sus partes íntimas (se abstiene y preservan su honra).

El recato (de recatar: recatare) significa en cubrir u ocultar lo que no se quiere (ó no se debe)que se vea o se sepa. Es cautela, reserva, honestidad y modestia. Es un remedio contra la lujuria, que es el vicio del uso ilícito, y de los apetitos enfermizos y desordenados del deseo carnal.

El recato no sólo debe ser en el vestir, también en el mirar y en los pensamientos. Y es un respeto al prójimo, a la mujer y al hombre, y a uno mismo, es tratarse con dignidad.

Este es un tema controversial en un mundo moderno de liberalidad confundida con libertad, y que es explotada por los medios masivos de comunicación y los intereses económicos mezquinos, en donde se piensa y se lava el cerebro de las masas con slogan de los nuevos paradigmas, haciéndonos creer que los principios y valores universales y fundamentales ya cambiaron. La mujer, es un artículo que se vende, y entre menos ropa mejor, en los anuncios y comerciales de los medios masivos de comunicación; y el hombre, se proyecta con una imagen de poder sobre todo lo demás. Los medios de comunicación, fomentan violencia, prostitución, adulterio, alcoholismo, drogadicción, consumismo, uso de palabras inadecuadas; es decir la contaminación de la mente, corazón y alma del individuo y la sociedad y de esto se deriva la contaminación de nuestra casa: la tierra. La fornicación y el adulterio son algo común y aceptado en nuestras sociedades. Pero la perversión junto con el engaño de que Satán (la fuerza oscura y del mal que nos separa de la Unidad) no existe, es el peor engaño del que separa, del que desune (rompe con el Tawihd) y es una enfermedad que está terminado con el individuo, las familias, la sociedad; es vivir en la oscuridad y dejar la Luz.

 

10.- A los que recuerdan mucho a Allah (Dios) y a las que recuerdan mucho Allah.

Sobre este tema, y efecto de no se reiterativo, me voy permitir resumir el artículo que escribir sobre Recuerdo y que lo pueden consultar si es su deseo en la web islam.

¿Pues no es acaso el Recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?

(Sagrado Corán, Sura 13.- Al Ra´d.- El Trueno. Aleya 28)

 

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que Recordar viene del latín recordari, y que significa despertar; dejar de dormir y volver a pasar por el corazón, traer a la memoria algo y hacer presente a alguien.

Pues bien, la Remembranza, Recuerdo ó en árabe Dhirk, debe significar para nosotros traer a nuestra memoria Allah, el tenerLo presente en nuestro corazón, así como despertar en el corazón Su Presencia; asimismo, es dejar de dormir al mundo de las ilusiones y del egoísmo; ese dejar de dormir es volver a vivir en el corazón (re-cordari) y estar despierto a la Realidad.

El libro Sagrado del Corán, sobre la Remembranza de Allah, Allah nos dice:

  • Recuerda a Allah, de pie, sentado o acostado (Sura 4, 105).
  • Recuerda a tu Señor y dedícate a El, el Único Merecedor de ser consagrado…(Sura 73, 25)
  • Recuerda a tu Señor de día y de noche… (Sura 76,25).
  • Recuerda a tu Señor más y más y alabaLe al amanecer y en el ocaso. (Sura3, 41).

La Remembranza de Allah debería ser la principal actividad de nuestra vida; debemos procurarla a todo momento y en todas circunstancias; consagrarnos a El mediante Su Recuerdo.

 

El Sheij Mevlana dice: “¿Hay algo más dulce que el Recuerdo del Amigo? ¡Oye no te quedes ahí sentado como holgazán! ¡Invócalo!” El Recuerdo es la acción de Recordarlo, a través de la oración, de Sus Sagrados Nombres y del Corán que también se le conoce como el Recuerdo (así como los Libros Sagrados). Es un diálogo amoroso y al mismo tiempo es un regalo de Dios. Sin embargo, este regalo divino, en nuestra inconsciencia y somnolencia lo abandonamos, a veces por flojera y la mayor parte de la veces porque el mundo con sus ilusiones, atractivos, nuestros sueños y actividades y preocupaciones, ocupan el lugar protagónico en nuestra teatro de la vida y se nos olvida el Gran Director de la Obra que está detrás del telón.  Sé nos ha dicho en las sagradas escrituras de la Biblia “Amaras a Dios sobre todas las cosas” y en el Sagrado Corán, Allah dice que “los verdaderos creyentes son aquellos que ni el comprar y el vender los distrae del Recuerdo de Dios”. Es pues así que debemos ser constantes en Recordar a Allah sin importa nuestras actividades, como en el sema ó la danza de los derviches, con un pie en este mundo y el otro en el cielo, y en el corazón, siempre y en constante remembranza de Allah.

 

Finalmente, sólo podrán acceder al camino recto, al perdón y una inmensa y magnífica recompensa, aquellos que como dice Allah en el Sagrado Corán: “Ṣirāṭa l-ladīna an`amta `alay-him” (El camino de aquellos que han sido agradecidos y bendecíos); es decir por la Gracia Divina, a nosotros nos corresponde cumplir nuestros compromisos y obligaciones y, a El abrirnos Su Puerta.

 

 

Wa salamu Aleykum wa ramatuallahi wa barakatu

Muhammad Leal Roel